(Un tanto larga la entrada, si no la terminan lo entenderé hehe, pero se aprecian mucho los comentarios al final... gracias!)Empieza una temporada con mucho potencial, el equipo campeón del torneo anterior me ficha para reforzar su linea ofensiva (que decían era muy pobre). El primer partido permanezco en el banquillo de los suplentes para la primera mitad, pero mi ingreso a la cancha en el complemento hace ver un debút soñado para cualquier delantero: anotar un gol en su primera aparición. Las cosas pintan bien. Para la tercera jornada ya tengo 3 goles a mi nombre, y el promedio de gol por partido da grandes esperanzas, tanto personales como colectivas. Fuera de la efectividad bajo los tres palos, mis compañeros de equipo me felicitan y reconocen una y otra vez el esfuerzo mostrado en cada jugada. Un gran comienzo...
Pero la maldita frase que dice "todo lo bueno llega a su fin" me pegó demasiado pronto. Un día antes de la cuarta jornada con mi nuevo equipo (Hooligans, en el torneo interno de la UP) disputaba otro encuentro con un equipo en que tengo mayor antigüedad, aproximadamente dos años. Como ya es costumbre con este equipo (Triana, en la liga del Colegio Madrid) se jugaba un partido muy trabado, muy golpeado y con marcador adverso. En la frustración de no encontrar la victoria, busqué un balón dividido contra el arquero rival y saqué la peor parte: un golpe de su codo contra mi cadera, pellizcando un músculo abdominal y generando un desgarro. Con el partido perdido y a penas un par de minutos en el reloj, parecería innecesario, pero sólo alguien que ha vivido esa desesperación comprendería estos hechos.
A final de cuentas, ese "chistecito" me salió muy caro: confirmado el desgarro, estaría fuera de actividad entre 4 y 5 semanas. A veces puede parecer cruel la vida, en el aspecto personal tenía poco que había atravesado un momento muy difícil, el cual estaba enfrentando y superando con ayuda del fútbol. A pesar de esto (o gracias a esto, hehe no se) estaba muy enfocado en subir mi nivel y parecía estar consiguiéndolo. Pero sin importar que hiciera o dijera, el caso es que pasó y ya no podría hacer nada mas que reposar para recuperarme.
La lesión, más una enfermedad 1 semana después de recuperarme, haría perderme el resto de la fase de grupos con el equipo universitario. Todo ese tiempo de inactividad hace perder, principalmente, dos cosas: condición física y toque. El toque es un tanto más sencillo de recuperar, pero la condición física toma meses, y sin condición es imposible dar buenos partidos. El problema era que no tenía el tiempo para recuperarme en estos sentidos, ya que regresaba a mi equipo en la etapa de Cuartos de Final. Para mi fortuna física, nuestro portero sufrió una lesión y yo asumí su puesto, en el extremo opuesto a lo que estaba acostumbrado. Partido cerrado en el primer tiempo, por lo que mi equipo decide emplearme para la segunda parte en mi posición más natural, adelante. En el desarrollo tuve más participación armando juego que definiendo, pero el marcador terminó 1-0 y estábamos en Semifinales.
Este partido sería más abierto, con muchas sorpresas y cambios de ritmo, cambios de posesión y todavía más cambios en el marcador. Comenzamos el partido abajo, mucha falta de orden en la línea defensiva y nos castigaron temprano, pero el empate antes del descanso nos daría grandes esperanzas. Mis importantes intervenciones debajo de los tres postes (al no recuperarse nuestro portero) hicieron que para el complemento continuara en esa posición en la retaguardia. Un penal dudoso a nuestro favor nos da el 2-1, y pocos minutos después nos tranquilizaría el 3-1. Pero ésto sería un arma de dos filos, ya que la "tranquilidad" del marcador para nuestro equipo, sumada a que quedaban muchos minutos por transcurrir en el reloj, hizo que casi todo el segundo tiempo fuera para el equipo rival. Sin querer parecer presumido, yo estaba en plan grande, sacando tiro tras tiro, frustrando a los delanteros rivales en todas las intensiones de gol que generaban. Pero restando 5 minutos al partido, dos jugadas prácticamente iguales serían determinantes al final. En las dos jugadas quedaban dos delanteros contrarios solos dentro de mi área para definir a quemarropa en mi contra. La única diferencia entre esas dos jugadas es que en la primera mis reflejos me permitieron detener el tiro, mientras que en la segunda no fueron suficientes. El hecho es que el haber detenido una de las dos nos llevo directo a la final. ¡Todos celebrábamos!
Llega el domingo 15 de Junio: la gran final. Hooligans vs Liverpool.
Estos dos equipos se habían enfrentado en fase de grupos, con el resultado favoreciendo a Hooligans por 3-1, y dos goles mios. Pero este partido sería muy diferente, empezando por que una vez más me encontraba con los guantes en mis manos.
Comenzaba el partido y la clara diferencia de técnica individual entre los jugadores de los dos equipos era más que evidente, esto no pinta bien. Hago todo mi esfuerzo bajo los tres palos para mantener el cero en mi portería, pero sin ninguna esperanza de anotar, ya que mi equipo no tuvo ni una clara en todo el primer tiempo.
Suena el silbato del arbitro, y puedo respirar, ya que el 0-0 me da algo de esperanza para el segundo tiempo.
Para la segunda parte sigo en la portería para mantener los embates rivales como en el segundo tiempo, pero un grave fallo de un delantero nuestro hizo cumplir la famosa frase: "los goles que no haces te los cobran al doble". No pasaron más de 5 minutos y el marcador ya era 1-0 en nuestra contra, y un par de minutos después 2-0, ambos por carencias defensivas, y ambos destrozando el sueño de toda una temporada y lo construido en el primer tiempo.
La falta de ofensiva obligó a mi equipo a sacarme del fondo y enviarme al frente, para buscar nivelar las cosas. El cambio funcionó en el aspecto de generar muchas más opciones de gol para nuestro equipo, pero una vez más yo tuve que encargarme de generar fútbol y no de hacer los goles, por lo que las carencias de nuestros delanteros relucieron más que nunca y aun así no pudimos abrir nuestra cuenta. Además, el irse para adelante a buscar goles, hace que hayan espacios atrás y el equipo rival los aprovechó como pocas veces.
A pesar de dar un gran partido individualmente (no es por farol, pero si muchos me lo dijeron), no podía estar en todas las posiciones y nos acabaron por vapulear 5-0.
Toda una temporada destruida en un partido... humillación en el marcador y en la cancha.
Una frase más: "nadie se acuerda del segundo lugar", pero decir que no es tan malo ¿es conformismo o es optimismo? Todavía no lo se...